Persiste invasión de paraderos de transporte público en Playa del Carmen

PLAYA DEL CARMEN, 3 de enero.- El problema de invasión de los espacios destinados como paraderos para el servicio publico sigue siendo un problema recurrente, toda vez que los operadores del transporte se han tenido que detener a media vialidad para hacer el ascenso y descenso de pasaje debido a que los espacios son utilizados como estacionamiento por parte de particulares, ante lo cual solicitan el apoyo de las autoridades de transito para mantener despejadas dichas áreas.

Este problema se ha hecho muy evidente en todo lo largo de la avenida 30, principalmente al entrar hacia la colonia Luis Donaldo Colosio Murrieta, donde se han dejado ver vehículos particulares estacionados en los sitios designados y debidamente señalizados como paraderos, lo que ha obligado a los operadores tanto de combis como de TUCSA hacer el ascenso y descenso de pasaje fuera del espacio o bien, a media avenida.

Del mismo modo, sobre la avenida Constituyentes también ha sido evidente este problema, originado a raíz de que propietarios de vehículos particulares ocupan de manera deliberada dichos espacios, a pesar que esta practica amerita una sanción a través de la dirección de transito.

Los operadores de vans y camiones no les queda de otra mas que hacer la parada a media calle a riesgo de ser infraccionados, y todo porque personas inconscientes estacionan sus vehículos particulares en las zonas delimitadas y asignadas como paraderos, problema que se ha vuelto bastante recurrente.

Asimismo, por el simple hecho de que las unidades de transporte publico se paran a media calle ocasionan un caos vial, especialmente porque el tramo de la avenida 30 es estrecho, pero además eleva las posibilidades de un percance de transito.

A los usuarios del servicio de transporte publico también les perjudica el hecho de que los paraderos sean ocupados por particulares como estacionamientos, pues eso incluso ha generado que el operador de la unidad de transporte publico se pare a media calle o en el peor de los casos siga su camino sin detenerse, lo que origina que la gente tenga que irse a otro paradero a esperar el siguiente camión.