Madre de familia denuncia injusticia por parte de ministeriales en Playa del Carmen.

PLAYA DEL CARMEN, Q.ROO, 13 de enero.- Denuncia una madre de familia una injusticia hacia su hijo por parte de autoridades ministeriales, toda vez que este fue detenido tras ser acusado de supuestamente ser el autor de un secuestro, delito por el cual lo sentenciaron a 51 años de prisión.

Esta mañana, un grupo de ciudadanos realizó una manifestación pacifica afuera del Palacio Municipal, en la explanada 28 de Julio, donde denunciaron una serie de irregularidades en torno al caso del joven de 25 años quien fuera detenido en enero del 2019, tras ser señalado de ser el presunto autor de un secuestro al interior de un bar de la localidad.

La madre del joven detenido manifestó que su hijo va a cumplir en este mes dos años de ser detenido, además de denunciar que el proceso de su vástago ha estado plagado de irregularidades, por lo que aseguro que al agraviado lo están agarrando como “chivo” expiatorio.

La afligida madre relató que los hechos ocurrieron el 26 de enero de 2019 cuando su hijo había acudido a trabajar al bar “Pura Vida”, lugar donde se desempeñaba como garrotero, día en el que elementos de la Fiscalía General de la República (FGR) irrumpieron en el lugar a hacer un cateo, momento en el cual a este lo golpearon mientras le realizaban una revisión, de la cual salió limpio.

“De ahí el encargado del bar Santiago Varela dijo que tanto mi hijo como otros dos empleados debían de ir a Cancún a rendir su declaración, por lo que mi hijo le avisó a su esposa que no nos preocupáramos, que el iba en calidad de testigo, pues una vez que le tomaran su declaración regresaría, lo cual no sucedió”, manifestó.

Una vez que los tres testigos, entre ellos el encargado del bar, la cajera y el garrotero, acudieron al lugar a declarar, a el lo aislaron en un cuarto sin imaginar lo que le aguardaba, por lo que cuando un policía llegó al cuarto, el le dijo que ya le tocaba declarar, recibiendo como respuesta del elemento, quién en palabras textuales le dijo: “No, a ti ya te cargó tu pu%& madre…tus amigos ya no están, me vas a decir para que cartel trabajas”.

La agraviada relató además que en ese día ella presentía que algo malo iba a suceder, ante lo cual le había pedido a su hijo que no acudiera a trabajar, por lo que el le dijo que el encargado le pidió trabajar, de lo contrario no le pagarían su liquidación, ya que para el 30 de enero, el bar ya tenía programado su cierre definitivo.

“A mi hijo lo sentenciaron a 51 años de prisión y lo acusan de complicidad de un secuestro del cual no hubo ningún secuestro en ese bar, los de la FGR dañaron las 8 cámaras aquí tengo foto donde si existían las cámaras, las cuales la FGR las dio por perdidas, acusan a mi hijo de complicidad de secuestro, la supuesta víctima es alguien de la PGR, ante lo cual la víctima nunca se presentó a las audiencias sino hasta el final, aunque nunca dio la cara”, dijo.

En cuanto a la supuesta víctima plagiada, añadió que supuestamente permaneció 15 minutos encerrado en el baño y en donde supuestamente lo golpearon, aunque nunca acudió una ambulancia ni tampoco hay evidencias de los supuestos golpes. Pese a ello, acusó al hoy detenido de estar detrás de las pantallas, y pese a que este solicitó un careo con la presunta víctima, esta por temor no dio la cara.

Lo mas grave del asunto es que a pesar de que el proceso penal de su hijo duraría dos años, el juez le dictó sentencia mucho antes de cumplirse ese plazo, denunció la mujer.

“A mi hijo lo torturaron y lo golpearon para que se declare culpable, lo cual no ocurrió, metimos el caso a derechos humanos y esta instancia confirma que mi hijo si fue torturado para que firmara para que le tomaran las fotos, del golpe le lastimaron su ojo izquierdo y le cayo una nuble porque lo golpearon con una pistola y perdió la vista”.

Ante este lamentable hecho, la mujer manifestó que lo que ella pide es que se haga justicia para su hijo, tras asegurar que esta detenido injustamente, a la vez que sostuvo que así como ella, hay varias mujeres que son madres de familia y a cuyos hijos los han metido a la cárcel acusados por delitos que no cometieron, mientras los verdaderos delincuentes siguen libres.